La respuesta sencilla y rápida es que no. El tan esperado remake será un éxito entre los gamers, golpeando fuertemente a la nostalgia con unos gráficos de última generación que simplemente asombran a todos...
Pero... ¿Se lo merece? Para mí es claro que no.
Desde foros donde se a discutido la mejor historia de la saga (La mayoría diciendo que el VIII), hasta la jugabilidad y enemigos, este juego no es más que un intento burdo de sacar dinero con lo más popular.
Dejaron de lado la estrategia y acción por turnos de los RPG clásicos, para pasar a un estilo de acción dinámica igual a la de Kingdom Hearts, misma que se utilizó en FFXV, una jugabilidad que si bien puede ser casi infinita en los movimientos y ataques que pueda combinar junto al uso de objetos e invocaciones, se pierde la esencia del rpg convencional al que pertenecía el juego de 1997.
Entonces, entendemos que Square Enix quiera ganar dinero creando un remake de su videojuego más famoso, lo hacen todas las empresas, pero que cambien la jugabilidad para tener una más rápida y compleja, al ver que le funcionaba con la eterna saga de Kingdom Hearts, y con el último juego de Final Fantasy, es básicamente un insulto para los que querían el juego original con gráficos actuales y cámara libre para explorar las oscuras zonas de la ciudad.
El claro paralelismo se podría dar con la remasterización de Resident Evil 2, el cual se ve increíble, al igual que FFVII, pero manteniendo sus características principales como los puntos de guardado a tinta, los ángulos de cámara y cambiando ciertas cosas a mejor como el modo de manejar al personaje y apuntar a los enemigos. Cambios a mejor, que no son bruscos con la esencia de terror e impotencia de la entrega original.
Mientras que el susodicho juego cambia completamente la velocidad de los combates y el tipo de estrategia que se deba usar para los enemigos... Un cambio brusco e innecesario hecho con la finalidad de vender más.
Una entrega meramente basada en el fanservice, pero cambiando cosas para vender más, una entrega vacía que no merece la fama y asegurado éxito solo por la nostalgia y los gráficos.